Algunas recetas
Aquí, la cocina es un poema que se sirve en el plato cada día... Una delicia para los paladares más selectos. Para que tus papilas sucumban al pecado de la gula, te dejamos algunas recetas tradicionales.
Farçous
Batir los huevos, incorporar la harina y luego la leche. Salpimentar.
Dejar reposar la masa a temperatura ambiente durante 1 hora aprox. (o al fresco por más tiempo). Debe quedar un poco más espesa que una masa de crepes. Según la cantidad de harina, convendrá añadir más o menos líquido.
Lavar las hojas de acelga o espinaca y picarlas. Pelar y picar el chalote o la cebolla. Cortar el jamón en dados pequeños. Picar fino el perejil. Incorporar a la mezcla anterior y añadir un poco de ajo prensado o picado fino, según el gusto de cada uno. Rectificar el condimento.
A continuación, proceder igual que para hacer blinis: formar montoncitos de masa y cocer en la sartén con un poco de aceite caliente. Dejar dorar unos 2 ó 3 minutos por cada lado, retirar y colocar sobre papel absorbente.
Servir con una ensalada verde aliñada con aceite de nuez y vinagre.
Aligot
Dejar el queso tomme a temperatura ambiente durante unas 2 horas antes de elaborar el aligot.
Mondar las patatas y cocerlas en agua salada (echarlas cuando el agua todavía está fría). Llevar a ebullición y dejar cocer lentamente. Cortar el tomme en láminas bien finas. Cuando las patatas estén cocidas (cuidado, no cocerlas demasiado para que no absorban mucha agua), escurrirlas y reducirlas a puré. Hay quienes prefieren cocerlas con la piel...
Preparar el puré añadiendo progresivamente la leche caliente y la mantequilla en trozos. Ojo: el puré no debe quedar demasiado blando. Secarlo eventualmente unos minutos en el fuego antes de añadir el queso, o bien ajustar la cantidad de leche en función de la calidad de las patatas.
Verter el tomme sobre el puré, calentar un poco e incorporarlo sin dejar de remover. A partir de ese momento, hay que remover el aligot sin parar, a fuego moderado y con cuchara de palo, girando en el sentido de las agujas del reloj. Al cabo de un momento, el queso empieza a fundirse y la preparación "se estira". Levantamos la masa y estiramos para disolver bien todo el queso. Y seguimos removiendo y estirando regularmente...
Cuando la preparación está bien lisa, salar (el queso tomme no es salado), añadir el ajo picado o triturado, remover y servir sin demora. Queda delicioso con una salchica asada.
Algunos añaden grasa de panceta derretida o jugo de ave. Personalmente lo prefiero natural y bien condimentado.
gâteau à la broche
En el Rouergue, existe una tradición secular del pastel asado al espetón que se elabora para las grandes ocasiones, las bodas por ejemplo.
Su larga preparación requiere varias horas de trabajo por parte del ama de casa, quien gira con esmero frente al fuego un espetón enfundado en un cono de madera, mientras va vertiendo de a poco una masa similar a la de las magdalenas.
Esta es la receta del pastel asado al espetón ("gâteau à la broche"):
Utilizar un espetón provisto de un cono de madera maciza (detalle importante, que determina la calidad del pastel).
Para un pastel de 4 kg, se necesitarán:
- 1,2 kg de harina,
- 24 huevos,
- 1 kg de mantequilla,
- 1 cucharadita de sal,
- 1 kg de azúcar,
- 5 cucharadas de ron,
- 1 cucharadita de agua de azahar,
- nueces o avellanas.
Preparación de la masa: en un cuenco, batir las claras a punto de nieve. En otro recipiente, desleír las yemas. Derretir a fuego lento la mantequilla y añadir el azúcar removiendo hasta obtener una mezcla homogénea.
Incorporar de a poco las yemas, la harina y las claras alternando las cucharadas, sin dejar de remover hasta conseguir una masa de consistencia similar a la de las magdalenas.
Echar el ron, el agua de azahar y las nueces o avellanas.
Envolver el cono en un papel engrasado con aceite y atado con cordel.
Cocción: poner el espetón sobre el soporte delante de un fuego bastante fuerte, cuya llama estará cortada por un recipiente. Debajo del cono colocaremos un recipiente para recoger la masa que chorree.
Echar a cucharadas la masa sobre el cono, recoger la que vaya cayendo. Girar hasta que la primera capa de masa esté dorada. Repetir la operación formando capas sucesivas hasta agotar la masa.
Una vez cocido el pastel, desmontar el cono y partir.