Cathédrale Notre-Dame de Rodez à la tombée de la nuitCathédrale Notre-Dame de Rodez à la tombée de la nuit
©Cathédrale Notre-Dame de Rodez à la tombée de la nuit|D.VIET - CRT Occitanie
Marvillarse Ante la catedral.

La catedral de Notre-Dame y su encaje de piedra

Rodez y su catedral tienen una historia común de más de 800 años. Aunque la ciudad ha cambiado mucho con el paso del tiempo, la catedral ha permanecido igual. Siempre es un placer para lugareños y visitantes contemplarla o entrar y rezar en ella.

Vue aérienne de la cathédrale de RodezVue aérienne de la cathédrale de Rodez
©Vue aérienne de la cathédrale de Rodez|D.VIET - CRT Occitanie

Subir los 400 escalones

Lo primero que vemos de la catedral es su campanario. ¡Una torre espectacular de87 m! Y además podemos visitarla por dentro… Pero llegar hasta arriba no es tarea sencilla, ¡hay que subir 400 escalones! Si bien el esfuerzo merece la pena sin duda.

 

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Vuela de una capilla a la siguiente

Ya sea que entre por el lado norte o sur, la catedral de Rodez es una fiesta para los ojos. Al principio porque su sobriedad contrasta con su interior. Luego debido a su inusual diseño.

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Una arquitectura excepcional

La belleza exterior de la catedral de Notre-Dame de Rodez forma parte del imaginario colectivo. Su campanario, sus gárgolas, su piedra arenisca rosa y sus vidrieras dan a la catedral su singular aspecto. Después de tomar las correspondientes fotos desde lejos, lo mejor es acercarse para poder apreciar su espectacular tamaño.

 

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Tomar un café en la terraza art-déco de Le Broussy

La fachada oeste de la catedral se sitúa en Place d’Armes y da de frente a Avenue Victor-Hugo. El barrio art-déco de Rodez se encuentra a tiro de piedra. Un café ha permanecido impasible al paso del tiempo. Su terraza se encuentra al pie de la catedral y tomarse un café allí es como viajar en el tiempo.

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