No sabemos hacia dónde dirigir la mirada: el campanario, la piedra rosa, las gárgolas, las inscripciones grabadas, las decoraciones… Los detalles esculpidos en la piedra son tan numerosos que es imposible fijarse en todos. Aquí la expresión «encaje de piedra» cobra todo su sentido.
La catedral gótica de piedra arenisca rosa está en continua restauración. Se dice que esta piedra es un material frágil que se va deteriorando con el tiempo para convertirse nuevamente en polvo (afectándole además el mal tiempo o el viento). Para los canteros el trabajo es constante.