A partir del siglo XVIII, las murallas de la ciudad de Rodez se fueron derribando progresivamente. En el siglo XIX, el bulevar que bordea el centro histórico de Rodez va tomando paulatinamente su aspecto contemporáneo. Fue en este momento cuando se abrieron fenestras hacia el exterior de la ciudad.
Las «fenestras» son las ventanas de la ronda de la ciudad.
También son llamadas frecuentemente «parques«. Estas «ventanas» ofrecen la oportunidad de contemplar de otra manera la diversidad del campo circundante de Aveyron.